lunes, 16 de agosto de 2010

Un Muerto por el Pozo 5

La noche del domingo, como a eso de las 20:00 horas, se produjo un incidente muy lamentable en el municipio de Estanzuela. Desconocidos cegaron la vida a un vecino del barrio Las Canchitas, cuyo nombre es David Pascual, originario de Cayuga, Morales Izabal, pero tenía varios años de residir en este pueblo.

Algunas versiones que se manejan apuntan que la razón del hecho fue simplemente para robarle la motocicleta en que se transportaba, aunque no se ha podido verificar.

Este hecho viene a sumarse a los varios en que desconocidos, a punta de pistola, despojan a los transportistas de sus motocicletas. Tal es el caso de 3 personas más que, en el trayecto de los caminos que conducen del pueblo a las diferentes compañías meloneras, aledañas a Estanzuela, fueron asaltadas, robándoles sus motocicletas.

Se recomienda a los vecinos y aledaños tener mucho cuidado, y mejor si no transitan por estas carreteras en horas de la noche (aunque se tiene conocimiento de incidentes a plena mañana y tarde) para evitar sumarse al listado de atracos que estas personas malvivientes han estado protagonizando.

Se ha recibido algunos correos por parte de los lectores, indicándonos la descripción de estos sujetos que son delincuentes sin ninguna compasión, que merecen ser tratados de la misma forma. Atendamos a lo siguiente:

1. Son varias personas, supuestamente procedentes de la ciudad capital.
2. Están tatuados de las manos y del cuello.
3. Operan en caminos y carreteras solitarias.
4. Prefieren los motociclistas, pues presentan mayor facilidad para ser asaltados.

En cualquier situación sospechosa, mejor aléjese inmediatamente, y alerte a los demás, incluyendo a las autoridades.

A la familia de David, (que en paz descanse), nuestras más sinceras condolencias, y que Nuestro Señor nos de resignación, y traiga justicia a los responsables del hecho.

1 comentarios:

Vecino estanzuelence dijo...

Es lamentable tener esta clase de noticias en nuestro bello pueblo.

Si es posible capturar a esta clase de malvivientes, hay que matarlos de una vez, y empezar a curar a nuestra amada Guatemala de esta plaga que está destruyendo nuestra paz y armonía.

No puede ser que por culpa de unos cuantos sujetos que no están dispuestos a vivir como Dios manda el resto de la población viva con temor y en una constante sosobra, y para terminar de ajustar el paquete, los Derechos Humanos apoyan esta clase de escoria, en lugar de preocuparse por la mayoría, que es la población honrada y trabajadora.

Necesitamos organizarnos y empezar a cuidarnos los unos a los otros, para cumplir con la responsabilidad de cuidar y defender a nuestras familias, como mandato de Dios.

Estanzuelences, ya basta de tanta impunidad y violencia. Levantemonos y hagamos limpieza de este cáncer que está enlutando a toda Guatemala.